Dolores Hidalgo es reconocida como el crisol de la Independencia, siendo una pintoresca y emblemática población ofrece monumentos de gran importancia histórica para conocer y disfrutar.
En la plaza principal de este lugar se encuentra la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, edificada con un estilo barroco de la ultima parte del siglo XVIII es la construcción más visitada del lugar. Aquí se destacan las abundantes columnas estípites que poseen representaciones religiosas de los nichos, así mismo el interior de la parroquia cuenta con hermosos retablos, dos de ellos con motivo a la Virgen de Guadalupe y otro a San José. Y en uno de sus campanarios se encontraba hace dos siglos la campana que llamó a los insurgentes para levantarse en armas en el alba del 16 de septiembre de 1810.
Este pueblo mágico cuenta con varios lugares atractivos como lo es la Hacienda de la Erre, una de las más añejas del país que sirvió como base de operaciones del movimiento insurgente. También se puede explorar San Miguel de Allende, que es un área poblada por indígenas purépechas y fundada por el fraile Juan de San Miguel.
Dolores Hidalgo cuenta con platillos ricos como lo son los chiles rellenos y el mole, así como las exquisitas celebres nieves y helados que destacan con su exotismo puesto que hay algunas elaboradas con cerveza, nopal, tequila, aguacate, camarón y hasta queso y mantecado.
La hermosura y elegancia de este pueblo colonial se mezcla con la perspicacia de los lugareños que están orgullosos que su tierra atesore lo mejor de la historia mexicana.
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